Desafío al corazón roto.

Cuando pasó lo que pasó, la tragedia de Young, me acuerdo que pensé en las posibles consecuencias que traería consigo dicho accidente. Me imaginé posibles juicios a autoridades del canal en cuestión, me imaginé que el programa causante del accidente no iba a volver a salir al aire. Después, con el paso del tiempo, bajé mi posible condena hacia dicho programa a no estar en la pantalla por lo menos durante este año.

Pero, siempre hay un pero en este país, el programa hace bastante tiempo que está, de vuelta, en el aire. El show debe continuar. Claro. Resulta lamentable tener que ver la publicidad de dicho programa, invitándonos a ver los nuevos desafíos, como si ya hubiéramos eliminado nuestros tristes y lamentables recuerdos, y como si nada hubiera pasado.

Es muy común en Uruguay que nos olvidemos de algunos sucesos, o que intenten hacer que nos olvidemos.

Hay que reconocer que fue un accidente, y que por eso no hay culpables. Aunque supuestamente en los accidentes de tránsito, siempre hay alguien que comete una infracción, en este caso no fue así... y fue un accidente de tránsito.

Lo cierto es que el programa de beneficios y sacrificios sigue al aire como si nada hubiera pasado. Una muestra clara de que en la televisión los valores muchas veces no tienen peso frente a los pe$os.

No entiendo como el conductor del programa es capaz de seguir al aire, está bien, es un programa de beneficiencia y lamentablemente hay mucha gente para ayudar, pero por más ayuda que hagas los 7 fallecidos no van a volver y todo el dolor que quedó en ese pueblo no va a desaparecer.

Y otra cosa lamentable ha sido la falta de crítica de los medios hacía la producción del programa. Imaginen si hubiera pasado en Argentina, lo que sería el nivel de críticas. Pero en este país, donde lamentablemente nos conocemos todos, nadie dijo nada. Quien va a decir algo si acá me conoce fulanito y ese trabaja justo ahí, y capaz que un día puedo entrar ahí, a ese círculo, y no, mejor me callo y no digo nada, total, no pierdo nada.

Somos muy solidarios, demasiado. Los canales, los medios, todos se solidarizaron con el programa y con el canal. Está perfecto, ser solidario es una supuesta virtud del pueblo uruguayo. Pero algunas veces, ante determinados hechos, hay que ser un poquito más frío, pensar con la cabeza y no tanto con el corazón.