viernes, diciembre 22, 2006

No a las cañitas voladoras ni al volcán...



¿Cómo andan las mentes bloggers?

Acá les presento la última novedad para las fiestas. Muchos ya lo deben de haber visto, otros quizás no.
En Florida es la última tendencia (en Florida, USA; obviamente).
Hay que animarse y encarar, es fácil y barato.

Felices Fiestas!!!
PLN / SKO

martes, diciembre 12, 2006

Mis parecidos

Según el sitio Myheritage.com me parezco a estos fichas.

No se, creo que no.




domingo, diciembre 10, 2006

lunes, diciembre 04, 2006

Una mano lava la otra...

Estoy totalmente de acuerdo con muchos de los que me dicen que soy un exagerado, por hacer esto que hago. Con los que no comparto mi opinión son aquellos que considero más estúpidos que yo, son pocos.

Pero lo hago y lo voy a seguir haciendo, no me queda otra.

Y no es culpa mía. Cómo todo en este país, la culpa es del estado, y dentro de toda esa culpa en este caso precisamente fue culpa del Ministerio de Salud Pública y también en gran parte del Ministerio de Educación y Cultura.

Esto sucedió a fines de la década del 80, gran década de mierda. Por aquellos años una enfermedad azotaba (eso me hicieron creer) toda Sudamérica: El CÓ – LE – RA. Aunque habían algunos bestias que le decían La cólera.

El hecho es que el MSP hizo terrible campaña, también en los informativos y las maestras en las clases. Yo iba a la escuela en esa época.

Había que lavarse las manos para todo, para TODO.

Te lavabas las manos, te secabas con la toalla y te tenías que lavar de nuevo por las dudas. O sino cuando ibas a los cumpleaños y comías algo, por ejemplo pasta frola, tenías que agarrar con el dedo índice y pulgar sobre una esquina y después a esa esquina la tenías que tirar o dejar en el plato ¿Cómo la ibas a comer si la tocabas con los dedos llenos de tierra?

En esa época aprendí una palabra nueva: hipoclorito. Eso era lo que había que echarle a las frutas y verduras, y dejarlas como diez minutos en el agua para que mataran al cólera. Muerte al cólera.

Ni hablar de comer en la calle. Los carritos eran el enemigo armado con panchos y choripanes, posibles seropositivos del cólera. Fue ahí cuando los carritos empezaron a vender todo en bolsita, creo...

Y después estaban los informativos que te hacían creer que el cólera era como el ejercito de Bush (en aquella época padre) que venía bajando hacia Uruguay y matando todo lo que había. Empezó en Venezuela, bajó a Bolivia y Perú, y venía derechito para Uruguay. Yo me imaginaba que acá no quedaba nadie.

Lo admito, me traumaron. El hecho es que hasta el día de hoy yo me sigo lavando las manos por cualquier pavada, ya se que algunos dicen que es un síndrome obsesivo-compulsivo, pura pavada, ¿Qué? me van a decir que si tienen que viajar en el 468 colgado de los fierros oleaginosos, después van a llegar a su casa y se van a comer una torta frita sin haberse lavado las manos. Ta, yo no se cual de las dos cosas tiene más grasa, pero seguro que microbios tiene más el 468.

Lo cierto es que tengo la conciencia tranquila porque el cólera nunca llegó a Uruguay, lo derrotamos, pero la cagada es que no me puedo olvidar del eslogan de la campaña que más o menos decía así “Una mano lava a la otra y con las dos matamos al cólera”, se gastaron... como los jabones.