Estampitas #468

Hoy tenía ganas de escribir algo acá, en el blog, pero ahora parece que se me fueron.

Tenía pensado escribir algo sobre una cosa que me enteré hoy, de un tipo que se subió al ómnibus ayer a eso de las dos de la tarde. Creo que ¡oh vaya casualidad! era un 468.

Dicen que el tipo se subió al ómnibus por Agraciada y que empezó a repartir estampitas.

Las daba con la mano izquierda y dicen que a los que le decían que no, “no gracias”, el tipo les daba con la derecha... le daba una buena trompada. Tal cual.

Llegó a pegarle a dos o tres, uno era un ciego que iba en los asientos laterales de adelante, para qué querría un ciego una estampita, se ve que el tipo venía mal de fabrica.

A otro de los que golpeó casi lo tira, venía parado, pero estaba agarrado de los pasamanos de fierro y la grasa acumulada durante todo el día en el caño más la transpiración del pasajero evitaron que su mano se despegará.

Lo cierto es que el guarda y otro pasajero lograron detenerlo a tiempo, justo cuando se dirigía a una anciana muy gorda con mochila, y lo bajaron a las patadas.

Según se supo el tipo estaba recaliente por problemas personales y aparte estaba más caliente por el calor que hacía en la calle y mucho más aun por el calor que hay en los 468s con aire acondicionado.

Son cosas que suceden.

*Here we are again...