sábado, octubre 27, 2007

Esto no tiene sentido



Cada vez está peor. Cada vez más enfermo. No cambia más. Ya lo dijo Jorge Sorona: “Ustedes saben que un adolescente es una descerebrado capaz de comprar la primera mierda que un comerciante le quiere hacer comprar”.


Y así va a pasar (?) con el movimiento plancha. Lo único que espero, y deseo, es que cada partido tenga su propio movimiento plancha. Requetedivertido. Ya me imaginó los líos que se van a armar en la tribuna de Omar Gutiérrez y ni que hablar de lo que va a ser el Inter, si ya van armados lo que será cuando los planchas bolches se enfrenten con los planchas fachos, vuelven las bombas y las tanquetas.

Así estamos… La marcha “villera” del Partido Colorado, otro motivo más para la extinción de ese sector que ya se encuentra en la zona de repechaje. En fin, los creadores de la bestia ahora los adoptan para levantar cabeza.

El otro día iba caminando e iba un viejo con el perro atado. Obviamente lo llevaba a cagar, en MVD si uno ve a alguien con un perro atado es porque lo lleva a cagar.

El viejo espero que el perro olfateara la zona de su excreción, el perro se agachó y se dispuso a largar los restos de Whiskas o Gatti (yo no tengo perro). El viejo se hizo el choto y miró, y respiró, para otro lado. El animal cagó en el medio de la vereda.

El señor se retiró del lugar y justo venían dos planchas, uno con la casaca del Gremio y otro con la del Badajoz de la 17-D división de España. Los planchas venían discutiendo si le darían o no al loco que está en el programa de Petinatti / o. Y no vieron el sorete en la vereda… y uno lo piso con sus flamantes Nike Shox R4.

Para qué… Que calentura se agarró el “muchacho”, empezó a reputear en un dialecto parecido al mandarín.

El asunto es que el otro chaplan lo avivó y le dijo, “fue aquel viejo soquete”. Fueron, alcanzaron al tipo, le dijeron que el problema no era con él, que se quedara quieto porque si no lo iban a rebanar para sushi (eran medio fino lo tipos) y agarraron al perro, que no opuso resistencia, y lo estrangularon con su propia soga, ante la atónita mirada de los transeúntes que no podían creer lo que estaban haciendo estos marginales.

El viejo dijo “Bengoechea, Bengoechea (así deduje que se llamaba el animal) mi perro, mi perro”. Los planchas, en un admirable acto de preocupación por el medio ambiente, agarraron al ya cadáver del can y lo depositaron en un contenedor verde, no sin antes usar al pichicho como alfombra para sacarse la mierda de las bases.

A esos, a esos planchas, los quiero en mi cuadro…